Adaptación basada en la obra de Calderón de la Barca, para niños a
partir de 10 años.
He dado más importancia a la figura de Rosaura, como personaje
motor de la obra.
Publicado en la editorial Marenostrum.
Fragmento:
ACTO I
(Entra rodando por el suelo Rosaura vestida de hombre, con una enorme espada y un gran bigote. Le acompaña su criado Clarín. Están en la ladera de la montaña, cuando Rosaura termine de rodar dará con su cabeza en la puerta de una torre y abrirá así la puerta. Clarín corre detrás de ella y grita.)
CLARÍN.- ¿Dónde va, señora? ¿Dónde va? Deje de caerse ya, que parece una pelota. Yo no puedo correr tanto detrás de usted. Mis piernas son más cortas y mis años son ya muchos. (Se da Rosaura con la puerta de la torre y se abre misteriosamente la puerta. Clarín, por si acaso, cambia el modo de hablar.) Así me gusta SEÑOR, que abra las puertas con decisión, con la cabeza si hace falta. Espéreme un instante, que ya le ayudo yo a levantarse. (Le ayuda a levantarse. Rosaura asoma la cabeza por la puerta entreabierta.) Ato aquí mismo su caballo y le saco, en breve, brillo a su armadura. ¡Qué elegante está el S E Ñ O R! y cómo se notan sus fuertes brazos.
ROSAURA.- ¡Cállate ya! Clarín. Menudo golpe me he pegado.
CLARÍN.- (En voz baja y haciendo señas.) El bigote, señora, se le ha despegado. Y tenga cuidado con la voz que utiliza, que puede haber alguien detrás de esta puerta.
ROSAURA.-Tienes razón, disculpa. (Con voz muy varonil.) Ahhhh de la casa. ¿Nadie me responde? ¿Quién habita la alta torre? ¿No hay nadie que conteste mis palabras?
(Aparece Segismundo de entre la oscuridad, con una vela en la mano, dándole a la situación un ambiente tétrico y misterioso.)
SEGISMUNDO.- ¿Quién sois vos y vuestro acompañante? ¿Qué hace aquí, en mi torre? ¿No tenéis acaso torre propia? Iros inmediatamente.
ROSAURA.- Me iré si me place.
SEGISMUNDO.- ¿Qué?
ROSAURA.- Que me iré si quiero. Aquí me ha traído mi destino y aquí me quedo. ¿Quién es usted? (A Clarín en voz baja.) Tiene un peinado algo extraño.
SEGISMUNDO.-Segismundo. Y esta torre es mi lugar de residencia, en ella como, leo, escribo, pienso, hago pipí,…
(Entra rodando por el suelo Rosaura vestida de hombre, con una enorme espada y un gran bigote. Le acompaña su criado Clarín. Están en la ladera de la montaña, cuando Rosaura termine de rodar dará con su cabeza en la puerta de una torre y abrirá así la puerta. Clarín corre detrás de ella y grita.)
CLARÍN.- ¿Dónde va, señora? ¿Dónde va? Deje de caerse ya, que parece una pelota. Yo no puedo correr tanto detrás de usted. Mis piernas son más cortas y mis años son ya muchos. (Se da Rosaura con la puerta de la torre y se abre misteriosamente la puerta. Clarín, por si acaso, cambia el modo de hablar.) Así me gusta SEÑOR, que abra las puertas con decisión, con la cabeza si hace falta. Espéreme un instante, que ya le ayudo yo a levantarse. (Le ayuda a levantarse. Rosaura asoma la cabeza por la puerta entreabierta.) Ato aquí mismo su caballo y le saco, en breve, brillo a su armadura. ¡Qué elegante está el S E Ñ O R! y cómo se notan sus fuertes brazos.
ROSAURA.- ¡Cállate ya! Clarín. Menudo golpe me he pegado.
CLARÍN.- (En voz baja y haciendo señas.) El bigote, señora, se le ha despegado. Y tenga cuidado con la voz que utiliza, que puede haber alguien detrás de esta puerta.
ROSAURA.-Tienes razón, disculpa. (Con voz muy varonil.) Ahhhh de la casa. ¿Nadie me responde? ¿Quién habita la alta torre? ¿No hay nadie que conteste mis palabras?
(Aparece Segismundo de entre la oscuridad, con una vela en la mano, dándole a la situación un ambiente tétrico y misterioso.)
SEGISMUNDO.- ¿Quién sois vos y vuestro acompañante? ¿Qué hace aquí, en mi torre? ¿No tenéis acaso torre propia? Iros inmediatamente.
ROSAURA.- Me iré si me place.
SEGISMUNDO.- ¿Qué?
ROSAURA.- Que me iré si quiero. Aquí me ha traído mi destino y aquí me quedo. ¿Quién es usted? (A Clarín en voz baja.) Tiene un peinado algo extraño.
SEGISMUNDO.-Segismundo. Y esta torre es mi lugar de residencia, en ella como, leo, escribo, pienso, hago pipí,…
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